lunes, 30 de abril de 2018

HEIDEGGER. ACTIVIDADES

ACTIVIDAD COMPENSATORIA

La teoría existencialista de Martin Heidegger

 Es considerada uno de los principales exponentes de este movimiento filosófico, asociado sobre todo a autores de finales del siglo XIX y principios del XX. A su vez, el existencialismo ha sido un movimiento que ha influido mucho a la corriente de la Psicología Humanista, cuyos principales representantes fueron Abraham Maslow y Carl Rogers y que durante las últimas décadas se ha transformado en la Psicología Positiva.
El existencialismo es una corriente filosófica en la que se ha categorizado a pensadores tan dispares como Søren Kierkegaard, Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus, Miguel de Unamuno, Gabriel Marcel, el psicólogo Karl Jaspers, el escritor Fiódor Dostoievski o el director de cine Ingmar Bergman.
Todos estos autores tienen en común su focalización en la naturaleza de la existencia humana. En particular se centraron en la búsqueda del sentido como motor de una vida auténtica, para lo cual destacaban la importancia de la libertad individual. También los unieron sus críticas a la abstracción y a la concepción del pensamiento como aspecto central.
Martin Heidegger, negó su vinculación con la filosofía existencialista; de hecho, se han distinguido dos periodos en su obra, y el segundo de ellos no se puede clasificar dentro de esta corriente de pensamiento. No obstante, las propuestas y los objetos de estudio de su primera etapa tienen un carácter existencialista evidente.
   Dentro de la diversidad de las posiciones abarcadas por la común denominación de "existencialismo", y de sus puntos de contacto y divergencia, cabe discernir una dirección, la de más envergadura y estrictez filosófica, representada, sin duda, por el pensamiento de Heidegger, en el que está el pulso y el rumbo de la nueva problemática. Una de las consecuencias de más alcance de la analítica fenomenológica de la existencia humana (Dasein) es la que destaca la situación de ésta, tal como ella se presenta en este mundo, en su nuda facticidad, como un proceso temporal, en sí mismo concluso. Deja, por ello, de ser concebida como mero tránsito, en función de otro mundo de beatitud, a que estaría destinada. De aquí surge la afirmación de la existencia concreta, con su ámbito social-histórico y del destino del hombre como ser terreno, quedando, para éste, expedito el camino que ha de conducirlo a su humanidad plena, sin interferencias trascendentalístas ni llamadas del más allá. Porque el hombre adviene a la existencia en virtud de que puede acceder a la verdad del ser, lo que está en cuestión es nada menos que la realización de la esencia humana del hombre como un ser de este mundo, consignado a su propia órbita finita. El hombre sólo puede concebirse en su humanitas y tender hacia ésta porque piensa la verdad del ser y deviene el ec-sistente por accesión a su propio ser. La esencia del hombre está en lo que éste efectivamente es, y no más allá, y por esto él quiere ser solamente lo que puede ser, pero esta esencia del hombre —su humanitas— es histórica y no una estructura o núcleo ontológico de carácter supra-temporal. Vale decir, que el ser del hombre ha de realizarse en la historia a través de todas sus contingencias, necesidades y cambios. En medio de éstos, inmerso en el tiempo histórico, el hombre estará siempre abocado a su gran peripecia terrena: devenir humano, encaminarse a la plenitud de su propio ser, en virtud de la relación que, en el seno de su mismidad, el ámbito temporal de su ec-sistencia, instaura con el ser, como lo permanente en el proceso de su humanidad histórica^.
   La principal obra de Heidegger es “Ser y tiempo”. En ella el autor trata de responder a una pregunta clave: ¿qué significa exactamente “ser”? ¿En qué consiste la existencia, y cuál es su característica fundamental, si es que existe una? De este modo recuperó una cuestión que, en su opinión, había sido dejada de lado por la filosofía desde el periodo clásico.
    En este libro Heidegger plantea que esta pregunta debe ser reformulada en busca del sentido del ser, más que de éste en sí mismo. En torno a esto afirma que no es posible separar el sentido del ser de un contexto espacial y temporal (con la muerte como elemento estructurador) determinado; así, habla de la existencia humana como “Dasein” o “ser-en-el-mundo”
   A diferencia de lo que planteaban Descartes y otros autores previos, Heidegger consideraba que las personas no somos entes pensantes aislados del mundo que nos rodea, sino que la propia interacción con el entorno es un aspecto nuclear del ser. Es por esto que no es posible dominar el ser e intentar hacerlo lleva a una vida carente de autenticidad.
   En consecuencia, la capacidad humana para pensar tiene un carácter secundario y no debe ser entendida como aquello que define nuestro ser. Descubrimos el mundo a través del ser-en-el-mundo, es decir, de la existencia en sí misma; para Heidegger la cognición es tan sólo un reflejo de ésta, y por tanto también lo son la reflexión y otros procesos similares.
   La existencia no depende de la voluntad, sino que somos “arrojados” al mundo y sabemos que es inevitable que nuestra vida termine. La aceptación de estos hechos, así como la comprensión de que somos una parte más del mundo, permite dar sentido a la vida, que Heidegger conceptualiza como el proyecto del ser-en-el-mundo.
   Posteriormente los intereses de Heidegger se trasladaron a otros temas. Destacó la relevancia del lenguaje como herramienta fundamental para entender el mundo, exploró la relación entre el arte y la búsqueda de “la verdad” y criticó la actitud despectiva e irresponsable de los países occidentales con respecto a la naturaleza.

Biografía de Martin Heidegger
Martin Heidegger nació en el año 1889 en Messkirch, un pueblo de Alemania. Sus padres eran católicos romanos devotos; esto llevó a Heidegger a estudiar teología en la Universidad de Freiburg, aunque finalmente decidió dedicarse a la filosofía. En el año 1914 se doctoró con una tesis sobre el psicologismo, corriente que destaca el rol de los procesos mentales.
En la década de 1920 trabajó como profesor de filosofía en la Universidad de Marburg y posteriormente en la de Freiburg, en la que ejercería durante el resto de su carrera. Durante esta época empezó a dar charlas centradas en sus ideas sobre la existencia humana y el sentido de esta, que desarrollaría en su libro “Ser y tiempo”, publicado en el año 1927.
En 1933 Heidegger fue nombrado rector de la Universidad de Freiburg, cargo que abandonó 12 años después. Cabe destacar su afiliación y su participación activa en el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán -más conocido como “Partido Nazi”-; de hecho, Heidegger intentó sin éxito convertirse en el filósofo de referencia de este movimiento.
Heidegger murió en 1976 en la ciudad de Friburgo de Brisgovia; en ese momento tenía 86 años. A pesar de las críticas que ha recibido por su colaboración con los nazis, por las contradicciones entre sus obras y por su desconocimiento de otros autores de su misma época, en la actualidad este filósofo es considerado uno de los más importantes del siglo XX.


ACTIVIDADES
1)      Enumerar las ideas principales de la Teoría Existencialista de M. Heidegger
2)      ¿Qué plantea hace M. Heidegger en su obra “Ser y Tiempo”?
3)      ¿Qué es el existencialismo?




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