Orígenes y Comienzo del filosofar. Karl Jaspers.
Pensar en qué es lo que llevó o lleva a los seres humanos a
la filosofía, a filosofar es buscar los orígenes. Desde este punto de vista,
origen no es igual a “comienzo del filosofar”.
Cuando decimos “comienzo” nos referimos al momento histórico
en que los seres humanos comenzaron a filosofar, en el siglo VII a.C. con el
filósofo Tales de Mileto (reconocido como el primero del cual se tiene
conocimiento por sus reflexiones puramente racionales, sin referencias a
cuestiones religiosas o mitológicas). En cambio “origen” es la raíz o situación
que nos mueve a filosofar. Este es el planteo que hace Karl Jaspers en su libro
“La filosofía”.
En su libro Jaspers distingue tres orígenes o situaciones en
que el hombre se encuentra y surgen preguntas, es decir, interrogantes
filosóficos:
EL ASOMBRO
LA DUDA
LAS SITUACIONES LÍMITE
EL ASOMBRO:
Es admirarse, sorprenderse, extrañarse frente a aquello que
transcurre rutinariamente frente a nosotros, transformando la mirada de las
cosas de todos los días. Por ejemplo, nos preguntamos sobre la realidad, cuál
es su origen, cuál será su final, entre otras preguntas. Al hacernos estos
interrogantes estamos filosofando. Para los filósofos antiguos como Platón o
Aristóteles, la filosofía tenía su origen en la admiración, y requería de un
tiempo de “contemplación” frente al mundo. Podemos relacionar esta actitud con
los niños en su primera infancia, al surgir el lenguaje, sus preguntas remiten
al origen del mundo.
LA DUDA:
Al dudar se deja de afirmar o negar. En el cada día, debemos
tomar decisiones que precisan que afirmemos o neguemos rápidamente; pero, en
algunos momentos, aquello que “creíamos” sin dudar, esas creencias rotundas se
transforman en una verdadera incógnita, dudamos frente a ellas y en este caso
nos encontramos en el segundo origen del que habla Jaspers. Dentro de la
historia de la filosofía, estos planteos relacionados con la duda nos remiten a
problemas sobre la validez del conocimiento que surgieron especialmente en la
edad moderna con el filósofo francés Rene Descartes en el siglo XVII. Esta
actitud se puede llevar a la adolescencia, cuando los jóvenes ponen en duda las
enseñanzas transmitidas en el seno de la familia o en el ámbito escolar, y todo
aquello que remita a aceptar una verdad por el principio de autoridad.
LAS SITUACIONES LÍMITE:
Durante las situaciones límite el sujeto se encuentro
inmerso en posiciones que no puede evitar como la muerte, el dolor, la
ausencia, injusticias, etc. En estos casos, cada uno de nosotros tomamos
conciencia de nuestra “finitud”, de nuestras limitaciones transformándose en el
tercer origen del filosofar.
En estos momentos, los seres humanos nos preguntamos por
nuestra propia existencia que de ninguna manera trata el conocimiento
científico que justamente intenta ser de tipo “impersonal” u “objetivo”. En
este caso, podríamos relacionar estas situaciones con diferentes momentos de la
vida en los cuales nos enfrentamos a la pérdida de un ser querido, al abandono,
la impotencia frente a las guerras donde pierden las vidas inocentes, o la
conciencia que no somos eternos desde pequeños hasta la edad adulta.
Estas temáticas han
sido tratadas especialmente por las filosofías “existenciales” que surgieron en
el siglo XX, con exponentes como el mismo Jaspers de origen alemán, Sartre o
Heidegger, entre los más conocidos.
Los problemas de la filosofía y las disciplinas filosóficas
Cada uno de los orígenes que más arriba mencionábamos nos
llevan a plantear diferentes problemas o interrogantes filosóficos y la
división en “ramas o disciplinas” filosóficas en el vasto campo del filosofar.
Del “asombro” ante la realidad pueden surgir preguntas como:
¿Qué es lo que hay?
¿Qué es lo real y qué es lo aparente?
¿Hay diferentes tipos de entes (cosas)?
¿Hay un ente que es el principio fundamental de todo lo
que existe?
Este tipo de preguntas se relacionan con los problemas del
ser, y que son pensadas o reflexionadas por la disciplina filosófica llamada
“metafísica u ontología”, también pueden ser planteadas desde la “estética”
(que se interroga sobre la belleza de las cosas, relación entre el arte y la
realidad, la inspiración del artista, entre otros problemas).
De la “duda” frente al conocimiento surgen algunas preguntas
como estas:
¿Qué es el conocimiento?
¿Hay diferentes tipos de conocimientos?
¿Existe una única verdad?
Estos interrogantes se agrupan en general en los problemas
del conocimiento, y la rama o disciplina filosófica llamada “gnoseología” o
teoría del conocimiento, así como aquellos que se relacionan con un tipo de
conocimiento en particular que es el científico, dentro de la disciplina
conocida como “epistemología” o filosofía de la ciencia. La epistemología se
ocupa de preguntas tales como: ¿Existe la objetividad científica? ¿Hay un único
método en las ciencias? ¿Cuál es el correcto?, y otras.
El tercer origen, “las situaciones límites”, presenta estas
cuestiones, entre otras:
¿Es el hombre un producto más de la evolución del reino
animal?
¿Cuál es la diferencia entre el hombre y los demás
animales?
¿En qué consiste ser “humano”? ¿El “humano” tiene una
esencia única y definida o no? ¿Posee
alma? ¿Es un animal conciente?
Estas preguntas son tratadas por la “antropología
filosófica”. Derivadas de estas preguntas también pueden surgir otras
relacionadas con los actos humanos, como, por ejemplo: ¿Qué es el bien? ¿Qué es
la felicidad? ¿Qué es el deber? ¿Cuál es el principio en que se fundan las
normas morales de una sociedad?
Estas preguntas se
relacionan con el problema ético.
La división en ramas o disciplinas filosóficas del vasto
campo filosófico no implica que es un límite estricto, por el contrario, estas
temáticas se interrelacionan entre sí y muchas veces, ciertas problemáticas
terminan derivando en otras.
Aclaración: existen muchas otras disciplinas filosóficas
como por ejemplo la filosofía política, la filosofía de la historia, la
filosofía de la educación, la lógica. Las preguntas filosóficas surgen cuando
los seres humanos se interrogan por el sentido o el fundamento de cualquier cosa
de que se trate. Aquello que diferencia a una pregunta filosófica de otra que
no lo es, es su carácter de universalidad (cualquier persona, en cualquier
tiempo y en cualquier lugar del mundo puede hacerse estas preguntas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario