martes, 2 de junio de 2020

2020.4 DE JUNIO. CLASE 4.EL DISCURSO


Michel Foucault
Utiliza la categoría “discurso” pensándolo no como la referencia a un objeto, sino como un a fuente constitutiva del mismo. “El discurso es otra cosa distinta del lugar al que vienen a depositarse y superponerse, como en una simple superficie de inscripción, unos objetos instaurados de antemano.” 

     Tampoco piensa al “discurso” como una nueva presentación del objeto, puesto que los discursos “…no son, como podría esperarse, un puro y simple entrecruzamiento de cosas y de palabras: trama oscura de las cosas, cadena manifiesta visible y coloreada de las palabras; (…) el discurso no es una delgada superficie de contacto, o de enfrentamiento entre una realidad y la lengua.” Si bien no es una abstracción remitente al objeto, tal como propone el autor de Vigilar y Castigar, tampoco hay que tratar “a los discursos como conjuntos de signos (de elementos significantes que envían a contenidos o a representaciones), sino como prácticas que forman sistemáticamente los objetos de que hablan.”

   Desde esta concepción, además, hay una relación muy estrecha entre el “discurso” y la política. No coloca al “discurso” como muestra de aquello que la política tiene para decir, ni como intérprete de conflictos, ni como evidencia de las relaciones de fuerza y poder, puesto que “el discurso no es simplemente aquello que traduce las luchas o los sistemas de dominación, sino aquello por lo que, y por medio de lo cual se lucha, aquel poder del que quiere uno adueñarse.”

   El discurso no es, entonces, “simplemente lo que manifiesta (o encubre) el deseo; es también el objeto del deseo” .

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